miércoles, 18 de julio de 2018

Hoja 14: ¿Se cansa Amparito alguna vez?

Sí, puede parecer una montaña nevada cualquiera. Pero estamos a 45 grados y es polvo de yeso cristalizado. El choque sensorial (parece que estás en la nieve pero hace calor) es brutal. Se llaman White Sands y deslumbran siempre (ya estuve en 2015).

(Nota previa: si quieres saber de qué va esto, lo explico más o menos aquí y las normas aquí)

Grants (New Mexico)-White Sands (NM)-Seminole (Texas): 862 kilómetros.





Un dato/hecho: Las dos caras del progreso en las White Sands. Alrededor de estas dunas de yeso pulverizado en medio de las inabarcables llanuras del sur de Nuevo México se han producido todo tipo de acontecimientos científicos. Los dos más importantes: aquí se detonó 'Trinity', la primera prueba de una bomba nuclear el 16 de julio de 1945 (hace un par de días fue su cumpe). Y en estos llanos también realizó la NASA las primeras pruebas reales en su carrera espacial.




Una película/serie: 'El hombre que mató a Liberty Valance', de John Ford. Está ambientada en una ciudad fronteriza que muy bien pudiera estar por esta zona. Aquí, en torno al bosque nacional de Lincoln, campó a sus anchas Billy el Niño y en su busca andaba Par Garrett. 

Al este de Nuevo México.

Un libro: 'El hijo', de Philipp Meyer. Una novela de esas que llaman épicas que narra la historia de una familia desde la creación de la República de Texas, a mediados del XIX, los enfrentamientos feroces con los indios (aunque el protagonista lo viva más como un indio que como un americano) y, finalmente, la fiebre del oro negro. Entretenida.


Ha sido un día muy largo de carreteras solitarias.

Una canción: 'Long Hard times to come' de Gangstagrass. Porque eso, ha sido un día largo de carreteras solitarias y América profunda. 






Una comida/bebida: El 'Larry's special', de El Cafecito, que es donde cené el martes en la misma Grants. A falta de otra cosa en un día árido también en comidas, este revuelto de huevos, patatas, bacon, carne, queso y salsa de chile rojo (¿sabíais que en Nuevo México -a lo mejor también en todo el mundo, no sé- el chile más picante es el verde y no el rojo como uno asocia con ese color?) hizo la excepción positiva. 


Para evitar un tramo de 300 metros de carretera cortada te mandan por caminos de cabras como este.

Un error: Una condena, en el día de hoy. Las obras constantes en carretera. Desesperante. Más de esto en la historia. 



Un descubrimiento: Redescubrimiento, porque ya pasé por aquí, a las afueras de Carrizoso, en 2015. No es ni parque ni nada, solo un área recreativa, pero eso de que en plenas llanuras de Nuevo México se haya levantado la tierra en forma de roca volcánica da un poquito de miedo... como si el mundo fuera a reventar por aquí mismo. 


Entre Carrizoso y Tuscaloosa.

Una imagen: La montaña locomotora (lo que hace el aburrimiento).




En las White Sands, tras más de cuatro horas de carretera... y quedaba más de la mitad aún.


Una historia: Cronología de un día cualquiera en la carretera (versión sureña):

5:30: Me despierto, algo más tarde de lo habitual pero es que como si fueran mis 4:30 por el cambio horario. 

7:05: Me abrocho un desayuno con chile picante y huevos y bacon y carne y queso y patatas. Y me sienta estupendamente (y menos mal, porque fue la única comida decente en todo el día)

7:30: En la Interestatal 40 hacia el este me permito los pocos kilómetros de velocidad interesante (luego vendrá el infierno). En alguna curva, me inquieta un mensaje (no me daba tiempo a sacar foto): "Gusty winds may be possible". Vientos racheados pueden ser posibles. Bonita forma de decirlo, aunque lo de gusty suene a dibujo animado. 

Me quedan por delante diez horas de carretera.




8:00. Salgo de la Interestatal y dejo ya para siempre de ver cartelitos de la Ruta 66.

9:00. En un grupo de whatsapp de amigos en el que hablamos en teoría de deportes, me recuerdan que hay buena etapa del tour. Conecto el móvil para entretenerme.

9:50. Le quitan a un español la victoria de etapa por 300 metros. Pero a mí me ha entretenido la mañana hasta que...



9:51. Del Tour a 'detour' (desvío y chiste facilísimo). Al salir de la otra Interstatal de la mañana (un tramito de solo 40 kilómetros), en San Antonio (el de Nuevo México, no el conocido) está cortada la carretera y me desvían hacia la izquierda, hacia el norte (yo iba al este). Yo pensaba que en una calle paralela, como en toda la vida de dios, se solucionaría el entuerto, pero...

-Gire cuando sea posible. 

Dice Amparito, que es como llama a la mujer del GPS mi amiga Luisa. 

-Gire cuando sea posible. 

Insiste Amparito a los 300 metros sin que hayamos girado y siga el desvío.

-Gire cuando sea posible. 

Lo intento, Amparito.

Medio kilómetro. 

-Gire cuando sea posible. 

Más quisiera. 

1 kilómetro. 

-Gire cuando sea posible. 

Que sí, Amparito. Explícaselo tú a los de los cascos.

Cinco kilómetros ya hacia el norte. 

-Gire cuando sea posible.

Ya.

-Gire cuando sea posible. 

Que sí, Amparito.

10 kilómetros hacia el norte. 

-Gire cuando sea posible.

Que sí, Amparo.

¿Vuestra madre también pasaba del diminutivo a vuestro nombre completo cuando se enfadaba?

A los 15 kilómetros hacia el norte, giro por fin al este. Apenas lo hago 500 metros antes de volver al sur. 

500 putos metros de carretera cortada y 30 kilómetros de desvío. 



10:20. Salgo del desvío, donde los obreros también echan a las vacas de su sagrado desvío. ¿Las tirarían al arroyo para que nos les pisaran el cemento fresco?

11:00. Entro en el país de Billy el Niño. Justo antes dos cosas inquietantes: hay un cartel que avisa de tormentas de arena en las próximas dos millas (solo en esas dos millas en mitad de una llanura de 100 kilómetros) y el mundo está reventando por aquí mismo (ver el apartado un descubrimiento).

12:00. Me como otro tramo jodido de obras antes de Alamogordo. Al salir del pueblo hacia las White Sands otros dos carteles inquietantes: uno enorme, alertando de que cuando se enciendan las luces intermitentes que coronan el cartel la carretera permanecerá cerrada porque estarán probando a tirar misiles. La otra, que no se recoja a autoestopistas. No dice que sea ilegal, pero avisa de que hay "muchos centros de detenciones en los alrededores". No hay nada como el miedo para cumplir órdenes.



12:45. Llego con una hora de retraso a la única parada del día, las White Sands. 45 grados y la arena blanca que ciega, el calor que embota el sentido porque ese blanco es de nieve y frío. Pero más ciega lo bonito que es. 

15:00. Antes de irme de las White Sands, pruebo el café que compré a las once, cuatro horas antes, y todavía hay que soplarle un poco por caliente (está claro que el coche aparcado mientras paseaba yo por las dunas ha servido de microondas).



16:00. El Bosque Nacional de Lincoln es bonito si no has visto hace unos días Yellowstone, el Gran Cañón, las Badlands, la costa agreste de Oregón, Joshua Tree, Monument Valley... Este son pinos y montañas. Pues vale. Lo jodido es que he ido a ponerme la radio (a escuchar el Partidazo de la Cope en vuestra medianoche) y no había cobertura. He vencido el sueño maldiciendo el bosquecito de los cojones.



17:00. Vuelve la cobertura. Tomás Guasch dice que vamos a echar de menos a Ronaldo. Yo no. ¿Y la foto? Había múltiples cabañas abandonadas en el bosque. No será tan bonito el dichoso bosque nacional cuando la gente migra. 

18:00. Carretera y más carretera. 



18:30. Empieza el inquietante territorio de las perforaciones de petróleo. Como una plaga de langostas steampunk, durante casi 200 kilómetros la tierra a ambos lados de la carretera está sembrada de ellas (al tener que estar a cierta distancia una de otra las fotos no captan bien que están por todas partes). 

19:00. Más bichos de estos. Más y más. 

19:01 y 20:01. Entro en Texas puntual y pierdo otra hora con el cambio de Estado.

20:30. Me registro en el hotel y por segunda vez me piden el pasaporte (también lo hicieron en Seattle). Pero este tipo (que parece de Bangladesh) me pregunta primero con el rostro torcido si soy de México. Cuando le digo España, contesta con un lacónico "ah". Se lleva diez minutos rellenando cosas. 

21:00. Me compro la cena en un Walmart creyendo que habría sandwichs o ensaladas preparadas. Nada: hay pistolas, pero no una bolsa de lechuga o una manzana. Me compro un paquete de patatas, un kit de lonchas de pavo, queso y crackers y una tarrina que dice ser ensalada de pollo pero es dentífrico para críos. Tomo dos chucharadas y lo tiro. 

22:40. Termino este post. 

22:52 (tras repasar si hay erratas en el post). Sigo preguntándome si los GPS se cansan en algún momento de recalcular. Seguramente, los humanos siempre lo apagamos antes por no escuchar más a la Amparito. 


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