sábado, 28 de julio de 2018

Hoja 22: Notas de carretera



(Nota previa: si quieres saber de qué va esto, lo explico más o menos aquí y las normas aquí)

Fishkill (Nueva York)-Connecticut-Rhode Island-Massachusetts-New Hampshire-Bucksport (Maine): 690 kilómetros.

Un centro comercial abandonado y cerrado (este se encontraba a las afueras de Fishkill, NY) da más escalofríos que una sombra en el pasillo a las cuatro de la mañana.

Una canción: 'Leslie Anne Levine', de The Decemebrists. Una y otra vez he escuchado esta canción y todo el álbum al que pertenece, 'Castaways and Cutouts'. Llegué a ellos por curiosidad y recomendación final (de Fernando Navarro) y este disco en concreto lo compré en Fargo, porque en España cuestan como 30 euros los más antiguos. Creo que me costó cuatro dólares. Vaya cuatro dólares tan bien gastados. Este disco merecía 40. O 400. 

Esto es Bucksport, Maine, pero podría ser cualquier pueblo rural de los USA.

Un libro: 'Lolita', de Vladimir Nabokov. Es más novela de carretera de lo que la gente piensa o imagina. Y su retrato de la América tras los visillos (si hubiera aquí de esas cosas) es más realista que otras muchas obras supuestamente costumbristas. Por lo demás, en mi top ten de novelas. Sí: incluso ahora. 

Motel en Charleston (Carolina del Sur).

Una película/serie: 'Lolita', de Stanley Kubrick. Siendo tan distinta de la novela, respeta toda su ambigüedad, cinismo, turbiedad y turbación. Para mí, lo mejor de Kubrick... lo sé: acabo de pisar varios callos. 



Una imagen: (para insertar a modo de bocadillo en la foto): "Sí, cariño, creo que se me ha recalentado un poco el coche". 

Todos los puntos llevan a Maine.

Un dato/hecho: Con el empeño, que me ha costado hora y media de desvío, de tocar Rhode Island, me quedan solo tres estados de los llamados continentales (exceptuando Alaska, claro) por visitar de los USA: Vermont (estaré el lunes), Michigan (el miércoles) e Indiana (de regreso a Chicago el jueves). 

Pongo mejor esta desde el muelle de Bucksport, porque en las fotos de niebla se ve muy poco por lógica.

Un descubrimiento: No se trata de ningún descubrimiento. Qué me gusta Maine, su niebla y su mal tiempo. 



Una error: Tenía que pasar. Estamos en verano, en vísperas de agosto, y pretendo llegar al norte de Maine un sábado, 28 de julio por la mañana. Me como el atasco del siglo durante New Hampsihire, sobre todo. No es una licencia narrativa: los 20 kilómetros de ancho de este Estado los crucé a diez kilómetros por hora. ¿Balance final? Hora y media de retraso. 

Eran tamaño media caña... ¿eh?

Una comida/bebida: La muestra de cuatro cervezas del Friars, en Bucksport. El dueño va vestido de monje (con sus veinte de kilos de más incluidos) y se sienten orgullosos de su advocación monacal. La prueba de cuatro cervezas caseras, muy sorprendente. La mejor, la oscura, casi licor de lo fuerte que era. 

En Dakota del Norte también se puede ir casi a 80.


Una historia: Como ha sido otro día de carretera sin más, y vamos llegando al final, una serie de consideraciones rápidas sobre el camino:

¿Habrá habido algún atasco en Montana?

1) Los americanos son más tranquilos conduciendo... si nos quedamos en los estados tranquilos. En el Este, y en torno a las grandes ciudades, y en las circunvalaciones de las medianas hay mucho cafre. Ya comenté lo de adelantar por la derecha en Jacksonville y luego se extendió a Georgia o las Carolinas. Menos barbaridades que en España, también. Lo más importante, sin embargo, es que tienen un respeto en general mayor por la carretera. Es enternecedor cómo todos se apelotonan a la izquierda o derecha en una salida concreta desde muchos kilómetros antes pese a saber que puedes seguir por el carril de al lado y meterte en el último momento... porque te lo van a permitir sin problema. 

No parece... lo del atasco en Montana, digo.

2) La velocidad. Menor que en España de media. Por lo que he experimentado (y comprobado luego en internet), Texas y Montana son los más permisivos, con máximas habituales de 80 millas por hora (más de 130 km) y con, según he visto en la red, tramos de 85 (140) en ciertas zonas de Texas. Pero, más allá de las interestatales, que es donde suele darse más velocidad, en Montana permiten los 75 casi en cualquier sitio (las rectas son de 20 kilómetros y te cruzas con dos coches cada media hora), aunque lo rebajan por las noches, y en Texas te dejan ir a 120 km (que serían al cambio los 75) por hora hasta en zona de obras. Luego, te informan en los carteles de las autopistas que van 1.782 muertos en la primera mitad del año. Texas tiene la mitad de población de España, con lo que una proyección daría cuatro veces mas víctimas. 

Tanpoco es que en Oregón haya mucho tráfico, pero...

3) La poca velocidad. Los estados más liberales son los más cerrados. En la dorada California y Oregón apenas se puede pasar de 70 y en toda la costa este (y más según se va hacia el norte, hasta Maine, que es una especie de América interior en un extremo) los límites son muy bajos, como mucho de 65 o 70. Lo paradójico (o no) es que aquí es donde menos se respetan los topes. En Nueva York o en Connecticut he pasado miedo por acatar los límites mientras camiones tan largos como un AVE te quitaban las pegatinas a derecha e izquierda.

Les falta añadir: en triciclo vas a ir más rápido.

4) ¿El peor Estado para conducir? Connecticut. No es solo que haya sitios donde te hagan ir a 60 km por hora en una autopista enorme, es que no arreglan el firme y está lleno de baches. 

El mayor intervalo sin ver coches, también en Montana.

5) ¿Y el mejor? Montana. En Texas no te quitas la sensación de ir demasiado rápido (incluso respetando los límites). En Montana, se agradece.

La desesperación anida en Carolina del Norte.

6) Publicidad. En Estados de poco glamour, como Dakota del Sur o Carolina del Sur (irá con lo de ser abajo) te abruman con carteles repetitivos de estaciones de servicio que pueden estar incluso a 200 kilómetros de distancia. Al final, paras porque llevas dos horas viendo solo carteles sobre ese sitio y la próstata manda... y porque hay que parar cada dos horas, ¿no? Después, en el interior, en el sur y en Florida (me sorprendió esto último) hay mucho anuncio religioso, sobre el aborto o sobre lo que nos ama Jesús pese a todo. En los sitios ricos se anuncian sus marcas favoritas habituales junto a mucho asegurador de accidentes o de multas. 

7) Peajes. El Este no es solo malo porque la velocidad máxima es irrisoria (100 km por hora si tienes suerte en una autopista de cinco carriles), es que te cobran peaje hasta por pensar. A mucha gente, esto de no pensar le puede dar igual, pero cuando conduces diez horas diarias se tiende a pensar bastante.

8) Me quedan 1.500 millas (unos 2.500 kilómetros). Ya os contaré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario