Lo siento. De vez en cuando,
este blog va a dar paso a publicidad y voy a hablar de mi libro. Hoy, además,
inauguro el bloque de anuncios recordando:
-Para los de Madrid: Que el próximo
sábado, 14 de junio, estaré a partir de las siete de la tarde en la caseta 124
(Librería Blanco) presto a firmar ejemplares. Me acompañará Tomás Haya con su
#spanishinfection, una de zombis de Moratalaz que recomiendo muy, pero que muy,
mucho. Así que si no vais por mí (porque ya tenéis mi libro firmado), pues eso,
que el viaje no tiene por qué ser en balde porque allí tenéis todo el catálogo de Lapsus Calami.
-Para los de Cádiz: Que el
próximo sábado, 21 de julio, estaré presentando la novela en Cádiz. La hora y
sitio (será por la mañana y en Cádiz, Cádiz, eso sí) están por confirmar.
Presenta Óscar Lobato (histórico del periodismo gaditano y novelista) y modera
Carmen Moreno (poetisa, novelista e histórica así en general y autora de Principio debe morir).
Salimos del cartel de anuncios y
vamos al contenido del post:
¿Por qué tiene banda sonora ‘Una
aventura pop’, donde cada capítulo no tiene nombre propio, sino una canción más
o menos conocida? La respuesta es por qué no lo va a tener un libro (sobre
todo, hoy día, que es muy sencillo encontrar un vídeo o una canción en internet
y escucharla) si el cine tanto ha vivido de ello e incluso hay series ahora que
hacen lo mismo con sus capítulos (y también me copio a mí mismo porque yo mismo lo hice con la primera novela que
escribí, allá por 1993).
¿Y es necesario escuchar las
canciones para entender el libro? ¿Influyen en la trama?
No y no. Aunque matizo el primer
no: cada canción está ahí por una razón y está vinculada en algún modo a lo que se cuenta
posteriormente. Todas y cada una de las canciones son temas (o coplas, que
diría un amigo) que lógicamente me gustan y tampoco es casual su orden. Puede
sonar algo pedante, pero quería que hubiera cierta coherencia en toda la lista
a la hora de escucharse: empieza fuerte, se va calmando, vuelve a subir poco a
poco y termina como sólo pueden terminar los Smiths, con su imbatible melancolía
sarcástica.
En general, el propio ritmo
musical coincide (o lo intenta) con el de la novela.
Algunas canciones han envejecido
peor y otras son imprescindibles para mí, pero nunca pondría una canción que no
me gustase. A veces, simplemente acompañan al ritmo del capítulo (sería como
música incidental, si hablásemos de lenguaje visual); y otras veces, su letra
puede tener cierto sentido con el texto. También, como ocurre sobre todo en las
primeras, podrían definir al personaje principal del capítulo.
Venga: vayamos ya al meollo,
canción por canción (para no hacer muy largo esto, repartiré en varios post
todo el tracklist):
-1) A certain romance. Artic Monkeys.
Sin duda, ese comienzo demoledor
(subo este video no oficial porque me gusta más esta versión, más enérgica que
la del álbum) era lo que buscaba para arrancar la novela. En esta ocasión, la
razón es doble: ritmo y significado, ya que la letra critica ese pensamiento
único basado en las apariencias para intentar diferenciarte del resto y
pertenecer a ‘algo’.
La mejor canción de los Monkeys.
- 2) Let me entertain you. Robbie Williams.
El segundo capítulo nos presenta
a Freddy, el Puchero de La Isla. Y no se me quitaba de la cabeza esa arrogancia
encantadora de Robbie Williams cuando comienza sus conciertos con esta canción
(y que se traslada al personaje en sí). El tempo musical continúa al alza.
- 3) Handle with care. Traveling Wilburys.
Si decimos Traveling Wilburys habrá
más de uno (y de 40) que no entienda lo que decimos. Más claro queda si
decimos George
Harrison, Roy Orbison, Tom Petty, Bob Dylan y Jeff Lynne (el de la Electric Light Orchestra).
Pasaríamos a hablar del super grupo musical de la historia (algo así como
cuando en un cómic se junta a Spiderman, Capitán Amércia, Lobezno y la Mujer
Invisible en la misma aventura para salvar al mundo). Eso fue Traveling
Wilburys y su canción estandarte esta adorable Handle with care. Tan adorable,
al menos, como pretendía presentar a nuestra heroína (pese a no ser ella tan
adorable realmente), Carmen de Ustaritz.
(Por
cierto, esto es lo más cerca de una canción de los Beatles que me veréis).
- 4) Seven nation Army. The White Stripes.
Ahora la
escuchamos en los estadios de fútbol al ritmo del LO-LO-LO-LOLOLÓ…. Ahora y cuando
se publicó el sencillo. Resulta que en 2006, durante el Mundial de
Fútbol que se celebró en Alemania, la selección italiana (que luego lo ganó) se
motivaba con esta canción y entendía que las siete naciones a las que se
refiere la canción se correspondían a las siete selecciones a las que había que
vencer para llevarse el Mundial.
Fútbol
aparte, lo de Seven Nation Army se amoldaba a un capítulo donde se contaban las
vicisitudes del asedio en torno a La Isla y Cádiz y donde convivían soldados de
medio mundo (además de continuar con el tono alto en las canciones).
De todos
modos, la puse porque es espléndida (los razonamientos fueron un poco a
posteriori, la verdad).
- 5) Mofo. U2.
Más de uno
(aunque menos de 40) me preguntan por qué, de todas las canciones que tiene U2,
he elegido una de las peores. Y yo digo:
-Para nada
es de las peores.
-Mofo es la
canción más paradigmática de un álbum de los U2 que se llamaba, mira por dónde,
Pop.
-Fue una
aventura considerada fallida por muchos de criticar el capitalismo (después de
su magnífico Achtung Baby) y el consumismo de masas. Lo que no le perdonaron es
que hicieran ese disco tras el anterior.
-Pocos
entendieron el mensaje real de todo el disco.
-La primera
vez que fui a un concierto de U2 fue en la gira Pop Mart, que presentaba el
disco, en el Calderón: fue la primera vez que vi un concierto de esa magnitud: era
la primera canción que cantaban en cada concierto.
¿Y qué
tiene que ver con la novela? Ritmo y más ritmo mientras se aceleran los
acontecimientos de la historia.
En unos días, más...
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