miércoles, 25 de junio de 2014

La Ruta Pop Contraataca (o Ruta Pop 2)






Las reservas están realizadas, el vuelo comprado, el visado obtenido… La Ruta Pop Contraataca (o la Ruta Pop 2) ya está aquí, a poco más de dos semanas de echar a rodar. 

Y este post, además de informar sobre destinos, carreteras, cunas varias e intenciones, se ganaría un bono adicional de utilidad si alguno de vosotros me aporta una pista, una recomendación, una petición, un capricho sobre alguno de los lugares que visitaré.

-Ya era hora, pesao…

Americanity también está listo, por lo que veo…

En fin, ya desvelé el núcleo de la ruta, que será Nueva Orleans. A diferencia de la Ruta inaugural (que en sus 13 días me llevó a once hoteles distintos), en esta ocasión pasaré hasta ocho noches en un mismo lugar (aunque no en el mismo hotel) y el total de kilómetros recorridos será de unos 3.000 en siete días (frente a los 7.000 de diez de hace un año).

Lunes, 14-Sábado 19 

Nada más aterrizar el 14 de julio en el aeropuerto Louis Amstrong, me voy directito al Hotel Pelham, a muy pocos metros del Barrio Francés (que es donde se concentra el meollo más turístico y tópico). Hasta el sábado, 19 de julio, por la mañana estaré en la Big Easy (o Nola, que son los apodos con los que se conoce a la ciudad) y supongo que habrá mucho paseo, mucha música, mucha comida y alguna que otra resaca. 

Es decir, que haré un Tremé completo.

En este vídeo dan un repaso a algunos lugares míticos para comer y su relación con la ciudad:

 

Sábado, 19 

Me subo al coche después de cinco días y remonto el Mississippi a través de la carretera 61, a la que prácticamente moja el río en la mayoría de su recorrido. El objetivo final de la noche es Greenville (estado de Mississippi), pero pasaré por Indianola, Rullervile, Greenwood o Cleveland, todos ellos enclaves fundamentales en la historia del blues.

¿Por qué duermo en Greenville en concreto? Porque pretendo cenar en el Doe’e Eat Place, un lugar que no pocos críticos apuntan como uno de los mejores de todo los USA para tomarse un buen corte de carne.

Domingo, 20

Continúo remontando la carretera 61, pasando por Clarksdale (donde ya estuve el año pasado) y con rumbo a Memphis. Sí, ya lo sé: el año pasado estuve en Memphis (los vuelos llegaron y partieron de allí), pero no llegué a entrar. Y tengo que rendir visita a otra cuna, esta vez la cuna del rock and roll: el mismísimo Sun Studio

Tras comer en alguna de las famosas costillas barbacoas de la ciudad (la mascota de Memphis es un cerdo con delantal… y no estoy hablando de Marc Gasol), pongo rumbo a Oxford de nuevo.

-¿Pero por qué, si pasaste allí tres días el año pasado? Mira que eres pesado con Faulkner… -clama Americanity.

Pues porque me quiero pasar de nuevo por la librería Square Books, comprarme algo más de Faulkner y tomarme una cerveza en el balcón del Bouré. Todo eso lo hice el año pasado, pero no podía pasar a 20 kilómetros de Oxford y no repetir.

Esa noche duermo en Tupelo, lugar de nacimiento de Elvis, pero no sé si me dará tiempo a echarle un vistazo a su casa.
 

Lunes, 21

Salgo muy temprano de Oxford, tomo la Natchez Trace Parkway (una de las carreteras del sur más hermosas, dicen los tipos de las guías: ), me calzo un desayuno tardío en el mítico Loveless Café (anda, loveless como yo), muy cerca de Nashville y sigo hacia el este en dirección a Georgia.

En concreto, recalo en Dahlonega, al norte de ese Estado. ¿Qué se me ha perdido allí? 

Me explico: En torno a 1830, la colonización americana en esta zona estaba más o menos avanzada, pero aún permitían vivir a muchos indios en la zona. Lo malo es que de pronto se descubrió una mina de oro en la zona (que era sagrada para los indios) y no tuvieron mejor idea que expulsar a todas las tribus de la zona hacia el oeste. Aquella fue la primera gran fiebre del oro de la historia. Y, de paso, actualizó el concepto daños colaterales por razones económicas, ya que precipitó lo que se conoce como Sendero de Lágrimas, una peregrinación masiva de indios hacia el oeste que mató a miles de ellos de hambre y cansancio en el camino. Más allá de las guerras concretas que luego vendrían (las del General Custer más al Oeste), el Sendero de Lágrimas fue una masacre que los indios no perdonan: murieron unos 4.000 de los 17.000 que fueron desplazados (la cuarta parte, nada menos).

Martes, 22

Emprendo el regreso al sur, cruzando los estados de Georgia y Alabama (con breve parada en Senoia, en Georgia, lugar donde en la ficción el Gobernador se convirtió en un tipo más peligroso que los zombis en The Walking Dead). Dormiré en Mobile, en la costa de Alabama.

Miércoles, 23

Me dirijo a territorio Cajun, a unas 100 millas al norte de Nueva Orleans. En concreto, a Lafayette. Los cajun descienden de un grupo de franceses a los que expulsaron de Canadá en las guerras previas a la de la Independencia de 1776. Terminaron en el sur de Lousiana, donde se asentaron y donde han desarrollado una cultura propia y muy particular que se ha extendido al resto del Estado (su comida y sus costumbres han enraizado a la perfección en Nola).

Jueves, 24

Continúo en la zona y duermo en New Iberia, la única localidad de fundación hispana (malagueños, para más señas) que queda en la zona. Aprovecharé que me muevo en el mismo territorio para visitar pantanos, paisajes desolados (en efecto, los de True Detective o True Blood).

Viernes, 25-Lunes 28

De vuelta a Nola, al Hotel Richelieu, que me deja a un  paso de la zona de garitos de Frenchmen Street (y que está ubicado en el mismo Barrio Francés). 

Y me emborracharé de pena, lo veo con claridad, por tener que volver...



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