La
música es así. Tiene esa capacidad de regalarnos la canción perfecta para el momento
perfecto en el momento menos inesperado.
Esta
frase un poco (o mucho) a lo Paulo Coelho (lo siento, de veras que siento
nombrar a Paulo Coelho aquí) viene a colación porque ya tengo la canción
estandarte de Una Ruta Pop 2: Gotta get away, de los Black Keys. (Si existiera aún el blog original podría enlazar a las tracklist que fui subiendo en el anterior viaje, pero, ya sabéis... los post se perdieron como páginas en Hostinger).
Inserto
aquí vídeo churretoso (por aquello de que los Black Keys han capado vídeos de su último trabajo), así que os invito a escucharla como se merece en cualquier otro lado.
En
cualquier caso, ahora explico el inicio de este post: desde que escuché el
álbum hace un mes no podía quitarme de la cabeza este ejemplo perfecto de
canción ligerilla, pop-rock tradicional, muy alejada del tono general de todo el disco (estupendo, por
otra parte). Sin embargo, no ha sido hasta hoy que no he ido a comprobar la
letra y me sorprendo sobre su significado, ya que va de un tipo que por olvidar
a la chica (aunque la madre muy bien que le avisa de que es en vano) emprende un
viaje a lo largo y ancho de Estados Unidos: de San Berdoo (acepción coloquial
de San Bernardino, California) a Kalamazoo (en Michigan, pero muy cerca de
Chicago: lo que más o menos viene a ser un homenaje –o eso me estoy inventando
yo- a la histórica ruta 66, que unía Chicago con Santa Mónica, también en
California), pasando por Atlanta (de ahí lo de largo, además de ancho).
Así
que buscad una buena versión y subid el volumen.
La Ruta Pop 2 empieza a tener su propia banda sonora...
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