Quiero ser ese osito, sentado en un porche viendo el Mardi Gras (o la vida rutinaria de cualquier día) pasar, con un tipo al lado que baila por mí mientras la lata (pensemos que es de cerveza aunque en la imagen sea una coca-cola; o mejor, pensemos que hay bourbon mezclado con esa coca-cola) no se cae. Eso no.
A pocos minutos de meterme en el coche y empezar a remontar el Mississippi, freno, miro atrás y os dejo un puñado de imágenes que quizá digan bastante más que tantas palabrería.
-La del Carnaval en el recuerdo en pleno verano:
-La de los que no se rinden:
-La del muerto del Saint Louis Cementery 1 que se fue a bailar por la noche a Treme:
-La de los que se llevan la música a la tumba:
-La de cómo deshonrar a Mister Louis con una entrada a su parque a medio camino de Marbella y atracción de coches-choque:
-La del jefe de jefes:
-La de una casa soñada en Saint Anne Street (en la parte del French Quarter donde se puede respirar):
-La del vecino:
-La de la diosa en piedra en el jardín donde vivió Anne Rice:
-La del garito de barrio, en este caso, en el Irish Channel:
-La de un trozo de columna del World Trade Center junto a una garita nazi (el mal no se acaba):
-La de los museos centenarios:
-Y la de la tormenta que siempre acecha:
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