lunes, 5 de septiembre de 2016

Día 2: 1.340.000





Un tipo (el de la estatua) dice, a mediados del mes de junio de 1775 y desde lo alto de una colina, que nadie dispare hasta que le vean el blanco de los ojos al enemigo y, 241 años después, la nación que alumbraría al año siguiente de aquello, ha enterrado a 1.340.000 de los suyos en todas las guerras luchadas desde entonces. 

En efecto, los tienen contados. Lo atestiguan un puñado de piedras pintadas (de parvulario de manualidades, vamos), en un recodo sombrío del italianizado North End de Boston, a mitad de camino del Freedom Trail que recorre los lugares emblemáticos de aquellos años en los que los colonos se levantaron contra la Corona británica. 




Lo que son las cosas: el Freedom Trail está repleto de edificios y rincones centenarios y yo me quedo con unos guijarros mal puestos.

Pero es que, además de que para la Historia con mayúscula ya está la wikipedia, el Freedom Trail no es más que eso: un homenaje constante a la historia patria sin pudor y con la cabeza muy alta. Habrá errores y masacres (las hay, todavía, bajo las piedras que llevan pintadas en ella los nombres de Irak y Afganistán), aunque supongo que a los Estados Unidos les da igual: para criticar ya está el enemigo; ellos honran a los suyos.

Se llamen como se llamen y sean quienes sean. Se llamen Paul Revere (héroe de la Independencia, que alertó de la posición de los ingleses antes de la refriega que dio comienzo a la guerra) o tengan apellidos italianos y sus vecinos les dediquen una placa a los muertos en las dos grandes guerras, Corea y Vietnam a pocos metros de la estatua del propio Revere.




Que no digo que las guerras sea algo de lo que sentirse muy orgulloso. Si bien no hablo de guerras, sino de historia y de cómo asumirla.

Un ejemplo: volviendo a las piedras, a medio metro, una cortina simbólica de placas de identificación subraya el homenaje continuo, incluyendo esta vez el 11-S o las víctimas de las bombas del maratón de Boston; en la guerra, los civiles propios también cuentan. En la guerra y en la historia, supongo.




Cada esquina, cada rincón es motivo de orgullo y estampa querida de su Historia. Sí: un español puede mirar por encima del hombro y caérsele de las manos recodos con mayor solera. No en vano, Boston fue fundada a principios del siglo XVII, un siglo en el que España ya había ganado y perdido unos pocos imperios por el camino (y los que le quedaban). Cádiz, con sus milenios de anales, no tiene ni por dónde empezar a vacilarle a su vecina del otro lado del Atlántico.

Así que la retahíla de "el xxx más antiguo de" que alfombra el Freedom Trail es como una broma si no fuera porque en la misma Cádiz (pero me vale con Madrid o Sevilla) no hay ni la mitad de la mitad de placas conmemorativas de su historia particular. Por lo tanto, a Boston lo que es de Boston, como que en sus calles aún resiste en parque público más antiguo del país y un cartelito para el lugar donde estuvo la primera escuela pública de su sistema. Véase: 





Luego, como los USA también son los USA en otras tantas cosas, el comercio más longevo de Boston, lo que fuera cuando abrió una librería que publicase a Thoreau o Twain, es hoy sede de una cadena de comida rápida mexicana:




Son como son, alternando sin pudor presente y futuro, como ocurre en el Old State House, en cuyo interior tantos debates previos a la declaración se celebraron y a cuya puerta, nada menos que cinco años antes de que empezaran las hostilidades, un grupo de soldados británicos disparó contra una multitud que protestaba por las condiciones que le imponía la Corona. Lo que para Londres fue "un infeliz altercado en Boston", el propio Revere lo tildó de "sangrienta masacre", inseminando ya el odio hacia los casacas rojas en una campaña de propaganda contra el invasor que aún tendría que cuajar durante medio decenio más. 

La propaganda, en cambio, todavía dura. Mirad vuestra ropa o a la tele. 




Qué sangriento (e intenso) me he puesto hoy... Para aligerar, me despido con otros dos casos de "más importantes de" que nos depara Boston. Y juro que más alegres. El primero es el Fenway Park, el estadio de béisbol que lleva abierto desde 1912 y es el decano de los estadios americanos, amén de sede de los Red Sox, una versión exagerada del pupismo deportivo tras llevarse casi un siglo sin ganar nada después de haber dominado la liga cuando arrancaba:




Y el segundo, la foto cruzado de brazos diaria, ante la Biblioteca Pública de Boston, de mediados del siglo XIX y la tercera más grande de los Estados Unidos, tras la Biblioteca del Congreso y la de Nueva York.




Ah... la canción... Mañana arranca la ruta en coche y habrá canciones... A cambio, os dejo unos versos de Longfelow y su 'Paul Revere's ride' que muy bien podría valer a los 1.340.000:

"Through all our history, to the last,
In the hour of darkness and peril and need, 
The people will waken and listen to hear"  


PD: tampoco creo que os he dicho que, por pura casualidad en cuanto a ofertas de precio, me quedo en un hotel, el Omni Parker House, que, mira por dónde, es el más antiguo de los USA (entre los que siempre han permanecido abiertos) y lugar predilecto del hijo natal más famoso de esta tierra: JFK. Aquí dicen que dio su primer discurso a los siete años un día que su padre celebraba su cumpleaños; aquí dio decenas de discursos más cuando ya fue alguien y aquí, en el mismo restaurante, se declaró a Jackie. También pasaron por aquí Twain o Dickens, quien leyó por primera vez su Cuento de Navidad en el Saturday Club, una reunión cultureta que también se citaba en el restaurante. 

3 comentarios:

  1. Una pregunta, Ale...las fotos te las hace Americanity, amables transeúntes locales o son selfies brutales? No sabía yo que los Red Sox eran el Atleti de la liga de béisbol...

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    1. Las fotos, en efecto, las hacen amables transeúntes locales (excepto cuando no había nadie cerca). En ningún caso, Americanity, que es más flojo que un muelle guita y no se bajaba del retrovisor. Y los Red Sox tienen más razones para llamarse Los Pupas que el Atleti... de hecho, se llevaron un siglo sin ganar nada...

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  2. Me tienes que refrescar qué era eso del 'muelle guita'. Sé que me lo explicaste una vez pero....bueno, tú sabes....mi memoria.

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