sábado, 14 de septiembre de 2024

Repaso gastronómico 2024

Desayuno de viernes en las Sandhills de Nebraska.


Llegó el momento más esperado. Cuando el estómago ruge, es hora de recordar qué nos deparó la mesa de dinners familiares, casas de comida con ínfulas en pueblos de 9.000 habitantes y lo que se haya podido terciar. 

Recuerdo que ya en este post repasé los momentos de Chicago, con lo que es momento de echarse también a la carretera en lo gastronómico. Iré más o menos por orden cronológico, lo que me obliga a arrancar a pie de maletero en el aparcamiento del Outlaw Festival, que fue mi primera parada de carretera. Al estilo botellón, con un sándwich comprado en una camioneta fuera del recinto (dentro vi luego que necesitabas una hora para pedir algo de comer) y con unas cervezas compradas en la licorería de al lado. 


De pronto, volvía a mis 20 y pico años. Hasta en que te guste cualquier cosa. No dejaba de ser una especie de desayuno metido en pan: huevos, bacon, jamón (no ibérico, claro; ni serrano ni del malo, como el lomo nuestro), aguacate y diría que pico de gallo. Así y todo estaba muy bueno. 

Ya, ya sé que no habéis venido a esto. Preferís cosas como esta:



Se trata del Kenwood, un local para la burguesía intelectual de Minneapolis (la librería de Louise Eldrich está en la puerta de al lado, en un barrio donde vivía hasta Mary Tyler Moore (una especie de Lina Morgan, con todos los respetos para Lina y para Mary por compararlas: la humorista más famosa de cierta época muy lejana, vamos). El desayuno fueron unos huevos rancheros: cerdo asado en tira, patatas, huevo y jalapeños. Un 7, diría como mucho. No tenía mucha personalidad, la verdad. 

La cena es olvidable, en lo único de Jamestown (Dakota del Norte) que podía llamar la atención. Un garito para chavalería de pizzas y hamburguesas de carril. Eso tomé, pizza, aunque me empeñé en innovar con una de pepperoni, manteca de cacahuete y picante (no muy terrible). Lo mejor, los panecillos de queso en plan buñuelos de al lado.  

La venganza culinaria no tardaría en llegar. A la mañana siguiente, en Medina Café, de la localidad de mismo nombre, Medina, a unos 30 kilómetros de Jamestown, vino esto.

Por un lado:


Por el otro: 


El revuelto era una maravilla: patatas de desayuno (las hash browns que les llaman, que es pillar una patata asada, cortarla en tiras muy finas y pasarlas por sartén) con carne, bacon, pimientos, cebolla y huevos. 

Por si me quedaba sin hambre, una tortita del tamaño de una pizza de Casa Tarradellas. 

Rozando el 9. diría yo.




El día no siguió mal. A las cinco en punto (la medianoche de ese día, ya mi cumpleaños en España), me sentaba en el Famous Dave's BBQ, que es una cadena del Medio Oeste de barbacoa (no había nada mejor en Bismarck, capital del Estado, aunque parezca mentira). Alitas picantes y unas costillas de ternera muy tiernas (se despegaban del hueso con guiñarles un ojo). Un 7, con todo. 




Del desayuno de mi cumple ya di cuenta. La carretera, a veces, no te deja opciones: 



Esa noche había que resarcirse en Williston, ciudad del boom del fracking, al noroeste de Dakota del Norte. 



Es un clásico ribeye en la Williston Brewery Company... pese a su imponente aspecto, diría que decepcionó: muy caro, muy hecho... se notaba que era carne buena (será por vacas en la zona). No pasa del 6. 

Algo mejor, de 7 en calidad y de 8 en precio más ajustado, fue el ribeye que me tomé el jueves en Alliance, Nebraska (lo he adelantado cronológicamente para aligerar narración).

La compensación del primer desengaño (vuelvo a la línea temporal ordenada) tampoco tardó en llegar. A la mañana siguiente. Ya mañana entrada y con una hora más de diferencia con España, después de visitar Fort Buford tardé un par de pueblos en localizar un dinner de los de buena pinta por su pinta regular. Se llamaba Sunny's, en Sidney (al poco de entrar en Montana) y estaba a rebosar de locales. 

La mejor señal posible (si bien no es que pase mucho turismo por allí):





Es el mismo concepto del Medina Café: un revuelto con carne, bacon, pimientos verdes, cebolla (y aquí champiñones, algo de tomate y mucho queso), con las hash brown a un lado y envueltos los ingredientes del revuelto en la tortilla (la abrí para que se viera bien la cosa). Empata en torno al 9 con el Medina. 

Paso rápido por cena en Hardin y desayuno en Red Lodge. Clásica hamburguesa (un 6,5) y clásico desayuno de patatas, salsa de carne y huevo (otro 6,5).




Vamos a lo bueno otra vez.

Además, aderezada por lo inesperado. No sé si leísteis el día que pasé el miércoles a través de Yellowstone para llegar a un motel que, según todos los avisos de Google y del departamento de bomberos de Wyoming, estaba en el centro de un incendio.

Como nunca hay suficiente en esta vida, los del establecimiento eran todos más que particulares. Sacados de una película de Todd Browning (sí, poned en Google Todd Browning). 

Pero se sacaron de la manga la señora hamburguesa: 


Que no sé para qué le ponen carne de hamburguesa. La loncha (si entendemos loncha por algo con dos centímetros de grosor) de falda de ternera (brisket, que lo llaman aquí) se comía a todo lo demás. No importa: quedaba de lujo. Un 8,5 que no es más porque la intensidad de un ingrediente lamina al otro. Os lo pongo por los dos lados:



Regada con una cerveza IPA del mismísimo Jakcson Hole: 



Dejo para el final un manjar de fuera de carta. Digo fuera porque no fue de ningún restaurante ni dinner, sino de una pastelería/bolera (habéis leído bien, se vende así) llamada Nana y donde desayuné a la mañana siguiente del incendio. De ahí que estuviera petado de trabajadores contra el fuero a los que Nana (no se llamará así, pero me lo invento) les puso rancho del bueno. 

Aunque para bueno sus pasteles. Aquí compré un tipo donut de mantequilla de cacahuete con virutas de bacon de notable alto. 

Pero la matrícula de honor es para el pastelito de queso de al lado. Con textura entre el cruasán, la napolitana y el donut y con el sabor de la mejor tarta de queso que hayáis probado. Me llevé otro para comérmelo mientras escribía esto: 




 

viernes, 13 de septiembre de 2024

La campaña, según carteles, pickups y desayunos

 


Sabes que has entrado en territorio republicano (ahora de Trump) cuando: 

-Ves carteles a pie de carretera de amor a Dios (en la guerra de las señales gigantes, como si fuera el de un McDonalds, junto a interestatales o carriles perdidos de la mano de ese mismo dios, los demócratas no entran mucho... o nada). 

-El porcentaje de pick-ups iguala o supera al de coches normales.

-Ves más carteles todavía de defensa de la vida, con bebés y estadísticas que varían mucho sobre cuándo late un corazón.


-Los límites de velocidad son mayores en cualquier tipo de vía.

-Este año he visto carteles igual de intensos sobre "proteger nuestras armas" y las consecuencias del fentanilo.

-Hay muchas granjas.

-El porcentaje de hombres que usa a gorra tiende al 80%. 

-Un 5% usa sombrero vaquero. 

-En el dinner familiar de toda la vida de un pueblo perdido, los parroquianos usan camisetas del tenor de "Si te molesta mi patriotismo a mí me molestas tú". 

-Los parroquianos usan mucha ropa imitando al camuflaje.

-La gasolina es más barata. 

-La renta media, más baja.

-En las carreteras solitarias, los conductores te saludan al cruzarse contigo (en los estados azules hay menos carreteras tan solitarias).

-Los carteles de 'Propiedad privada' son bastante más grandes y amenazantes. 

-Y lo más importante de todo (por poner un toque de humor): los desayunos son inmensamente mejores (será que no usan las mascotas del vecindario).


Todo lo anterior no tiene ningún criterio científico: solo miles de kilómetros a través de cada estado durante diez años. Tampoco considero que sea mejor o peor que haya más granjas o cualquier otro asunto. Tendrá que haber granjas para ponerle tanto queso y carne a las hamburguesas.

Ahora bien, ¿se nota en el ambiente la campaña? En la última, la de 2020, no estuve en USA por razones obvias. En 2016, no me acuerdo, de ser honesto, si bien aquella ruta se movió por la costa este más demócrata posible. Era raro ver algo de Trump en las zonas por las que estuve (de Boston a Maine por casi toda Nueva Inglaterra), la verdad. 

Aunque he ido a mirar las fotos de entonces y mirad lo que he encontrado (es junto a la biblioteca de Boston, en pleno centro):


Lo que son las cosas: el hombre acertó. 

En fin, que ya me estoy desviando. Sí, hay mayor exhibición política de lo habitual, teniendo en cuenta que es muy común aquí que en cualquier jardín se luzcan carteles de apoyo a su político preferido en cualquier momento del ciclo electoral y, cuando no hay a instituciones nacionales, se vota para el sheriff, por ejemplo. Es una de las cosas que más sorprenden: pasear por las zonas residenciales y ver el cartel del candidato a gobernador demócrata junto a un triciclo rosa tirado sobre el césped. 

-Ashley, te he dicho mil veces que no dejes el triciclo en el exterior. 



En fin: Chicago. 

Chicago es territorio azul de siempre. Si le sumamos que Obama emergió allí, no se hable más. Aunque para colmo, como dos semanas antes de estar yo se celebró la convención demócrata en sus calles. Todavía quedan carteles de todo tipo, bien de cobertura informativa, bien de servicios municipales. Como que les da penita quitarlo todo. 

Excepto en este caso, un claro ejemplo de guerrilla política de primer día de clase: 




De estas banderolas en distintas farolas quedarán en todo el área céntrica como unas veinte. Pues bien: seis están en los 50 metros frente a la entrada del hotel gigantesco de Trump en el corazón de Chicago. Ese misma torre que, al otro lado, luce un enorme Trump en el que es el rincón más parecido a la Puerta del Sol en la ciudad en cuanto a trasiego de turistas y gente de todo tipo, donde arranca la Magnificent Mile sobre el río Chicago. 

Sin otras noticias de Trump. Noticias políticas, quiero decir. 

Vayamos a la siguiente gran parada (recordando aquel señor de 80 años que en el concierto de Nelson y Dylan lucía una gorra de apoyo a Trump y al que las invectivas políticas de Mellencamp le forzaron a poner cara amable de psicópata que te toma la matrícula para luego): Minneapolis, otro campamento base demócrata, ya que Tim Walz (el candidato a vicepresidente de Kamala Harris) ha sido gobernador allí durante seis mandatos pese a que solo una vez antes desde 1890 había sido elegido un demócrata para ello). 


Aquí los cuidados jardines de los barrios más prósperos (que es donde estuve) se llenan de Harris y Walz. 

Tampoco sin noticias de Trump.

Para ello, había que entrar en Dakota del Norte, Montana, Wyoming y Nebraska, todos ellos republicanos desde los tiempos de Kennedy al menos; excepto Montana, que pasó al rojo en 1996 y no se ha bajado de ahí. 



Dios, armas y Trump. 

Ya lo dicen desde este jardín:


Mañana bajaremos la intensidad política con el repaso gastronómico (y seguramente último post). 

 

miércoles, 11 de septiembre de 2024

Todo estupendito


Allrighty!!!!

Hoy toca tomarse las cosas con humor. 

Ya veréis, ya, cuando lleguéis (si llegáis al final), pero ya os digo que es una historia a lo juego de tronos, de hielo y fuego).

En fin: allrighty!!! 

Decían más que cualquier otra expresión en el local donde desayuné (más de eso cuando toque revisión gastronómica). Que no es más que una tontería, una cursilada que se podría traducir de muchas formas, cada cual más ridícula: todo estupendito, está clarito, chachi piruli... Para no molestar a traductores, usaré el allrighty y punto.

Pero es que el día ha sido de tomárselo así o no se llegaba al final. Sobre todo, porque ha sido un día muuuy largo en la carretera. Salí a las seis de la mañana y he llegado al hotel de Wyoming a camino del de Psicosis y La Parada de los monstruos a eso de las siete. No ha sido todo al volante. Aunque casi todo. Hoy tocaba paliza a través del Parque Yellowstone. Una ideaca a la que se la cayó lo de -aca a mitad de jornada. 

A todo eso se añade que siempre cuando llego lo más lejos de cada ruta y me vuelve volver se me hace cuesta arriba. 

                                           Entrada noreste a Yellowstone, con su bandera a media asta por el 11-S                                                

Un mapa lo aguanta todo, una previsión de google, pues como también, Incluso la aplicación calcula la velocidad máxima, que en Yellowstone no se pueden superar los 60 en el mejor de los casos... 

Y no, no es el caso. Lo primero es que Yellowstone parecía el fin de semana de San Fermín de la gente que había: un miércoles de mediados de septiembre, con todos los niños en clase... y los jubilados en carretera. Que está muy bien ser prudente, pero si la autoridad competente te dice que puedes ir a 60, no me vayas a 30. 

No me frenes cada dos por tres.

No le hagas una foto a una nube y montes una cola por eso. 

Tú, jubilado de USA que va a 30 por hora. 

Lo que no te sobra es tiempo.

13 horas al volante. 

Allrighty!!! 


Que el paisaje va compensando. Es cierto que el acceso por el noreste de Wyoming (o sureste de Montana) es espectacular incluso antes de llegar a Yellowstone como tal. Hay quien dice que la Beartooth Highway es la más bonita de USA. De lo que yo he visto (un poco de falsa modestia), es verdad. Pasas por carretera de montaña muy alta (cuando se llega a los 3.000 metros ya no se baja en casi dos horas de trayecto) a paisaje lunar sin un solo árbol de lo inhóspito que es, para luego ir mezclando roca caliza con pinos jóvenes y aterrizar en un valle con el río a un lado, los cañones picudos y tupidos escoltándote hasta Yellowstone.

Así que no entiendo que te tomes la molestia de alquilar un autobús escolar, te pongas las mejores galas, pares en un mirador y te hagas una foto en el aparcamiento, en vez de caminar 100 metros de nada al mirador de verdad. 

La verdad es que no sé a qué planeta pertenecían. 

Allrighty!!!

Por lo menos iban un poco abrigaditas (además de que la costra que genera eso de no ducharse da algo de calor). 

Luego están los tontos del tanto por ciento, que decía Sabina (aunque él se refería a otros tontos y a otro porcentaje). 

Si tienes un Aston Martin descapotable hay que lucirlo. Si hay que lucirlo, ¿qué mejor sitio que la carretera más hermosa del país?


Qué mala es la naturaleza que te regala un 11 de septiembre con una sensación de cero grados en la cumbre (donde se hizo la foto). 

Allrighty!!!! 

Miren esta señal: 


Por España estamos acostumbrados a la de vaca, el caballo o el corzo. No más.

¿Realmente han prestado atención alguna vez? (a mí, personalmente, siempre me hizo mucha gracia la de desprendimiento: como si pudiera hacer algo si me cae una roca encima).   



País salvaje. Luego que si se comen a los gatos y a los perros los inmigrantes. 

Allrighty!!!

País más que salvaje. Y sin piedad. Miren estas dos imágenes:



Está claro que en la actividad normal de una persona no consiste en pasear junto a un géiser a temperatura volcánica. Menos aún al perro o aparcar el coche cerca. 

Luego está lo de asomarte a hacer una foto y encontrarte un oso cuando te apartas porque tu propia llamada de la naturaleza te llama. ¿Qué hacer? No correr, dicen los cachondos. Gritarles, levantar las manos como si Morata estuviera en fuera de juego (o sea, siempre)... Y, por encima todo, usar tu spray contra osos. 



Mira que no salir de casa hoy sin el spray. 

Miccioné en el siguiente centro de visitantes. 

Allrighty!!!

Ya se han acabado las tonterías. Porque la gran cuestión es si debería haber hecho esta ruta hoy

Me explico: ayer por la tarde, cuando en el GPS fui a ver cuánto se tardaba de donde dormí a la parada de hoy, me salió un mensaje no muy común: mi ruta atravesaba un incendio. 

Bueno, hay cosas peores (a no ser que el incendio te queme). El problema es que fui a ver dónde caía ese incendio por si podía evitarlo y resulta que se había declarado un incendio a mediados de agosto (y aún seguía) a unos diez kilómetros de mi alojamiento de este miércoles. Veo que las autoridades dicen que no se ha desalojado a nadie de sitios habitados pero que sigue sin controlar las llamas y luchando para que no afecte a la carretera más cercana.

Que es la que tengo que atravesar yo.  

Muy bien: escribo a través de Booking al hotel preguntando si hay algún problema. Eran las ocho de la tarde del martes. 

Para cuando me despierto este miércoles a eso de las cuatro y media de la mañana empiezo a ver las posibles cancelaciones y modificaciones de los otros dos hoteles, con la idea incluso de saltarme Yellowstone y tirar antes para Chicago e incluso dormir allí el viernes. Hasta preparo los posibles mensajes a los hoteles solicitando ese adelanto (se trataba de no rodear Yellowstone y dormir un día antes de lo previsto en Nebraska y Iowa). 

A las nueve de la mañana, tres horas en carretera, no sé nada del hotel.

A las nueve y media entro en Yellowstone y dejo de tener cobertura en el 99% del tiempo (vienen pequeñas oleadas cada tres horas al pasar cerca de un centro de visitantes importante). En esos periodos de cobertura sigo sin saber nada del hotel pero uso uno a las una y media para llamar a los dos teléfonos que aparece de contacto y no contesta ninguno. Escribo un mail directo al hotel. 


¿Es seguro viajar hasta allí?

Me contesta la tierra. O el cielo. 



Seis de la tarde: a unos cien kilómetros de destino, por el oeste la cosa se despeja. Por el este, que es donde voy, se complica. 

Sigo sin tener cobertura, así que no sé si el incendio ha mejorado. 

A 50 kilómetros de destino, me contestan las autoridades de Wyoming: 



No se ve muy oscuro el fondo por la foto, pero se veían rayos. 

Una tormenta con buena lluvia es buena para un fuego, ¿no?

Sí, una tormenta normal, sí.



Una tormenta de nieve un 11 de septiembre que tengo que ir a diez kilómetros por hora y el coche patina, no veo nada por el limpiaparabrisas mientras en dirección contraria pasan en caravana todos los servicios de emergencia volviendo del fuego a su campamento base (y echándome más nieve encina).

Justo, tras la tormenta, el fuego:



Hielo y fuego, ahí tenéis vuestro juego de tronos. 

Allrighty!!!!

PD: Estoy bien, lo prometo: aunque bastante cerca del fuego, el hotel está fuera de peligro según las autoridades. Yo me he tomado una carne a la brasa por si acaso. 

Allrighty!!!!